Con voz propia y contenida, con asertividad respetuosa, Marisa López Soria se adentra nuevamente en el panorama poético, cargada de sinceridad y refinamiento. Es francamente difícil que sus lectores no se sientan interpelados por su precisa desnudez, cuando no directamente identificados palabra a palabra y experiencia a experiencia.
«No hay más jardines que los que llevamos dentro», diría Octavio Paz a propósito del respeto debido a la autenticidad, es decir, al privilegio de lo natural y privativo.